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REPERTORIO

ANGEL BARRIOS 50 AÑOS (1882-1964)

Angel Barrios 50 Años


El presente programa pretende unirse a los actos para conmemorar el cincuenta aniversario del fallecimiento del compositor granadino Ángel Barrios, invitándonos a hacer un recorrido por su obra. Barrios, férreo defensor de los instrumentos de plectro a los que dedicó gran parte de sus composiciones, supo captar como nadie la más pura esencia del espíritu y la música popular de Andalucía, elevándola al más alto estatus y llevándola a las más importantes salas de concierto de Europa. Seguidillas, danzas, tangos, villancicos, peteneras, etc. son interpretados por instrumentos netamente españoles como son la bandurria, el laúd y la guitarra, al igual que hiciera en su día el propio Barrios. Falla, Turina y Albéniz entre otros, mantuvieron una estrecha relación de amistad con Ángel Barrios, motivo por el cual hemos incluido algunas de sus composiciones de carácter andaluz o inspiradas en Andalucía.

 

PROGRAMA

PEQUEÑA SUITE INFANTIL - Ángel Barrios
- Periquín (polka)
- Periquitín enamorado de la luna (minueto)
- Periquito y cascajillo (canción bailable)


DANZA DEL MOLINERO - Manuel de Falla


SUITE DE SEGUIDILLAS GITANAS - Ángel Barrios

- Seguidillas del Velatorio
- El Zacateque
- En la romería del Rocío


SEVILLA - Isaac Albéniz


SUITE ABEN-HUMEYA - Ángel Barrios
- Danza árabe
- Trova
- Villancico


SACROMONTE - Joaquín Turina


CORDOBA - Isaac Albéniz


LA PETENERA - Ángel Barrios


AIRES DE MI TIERRA - Ángel Barrios


ANGELITA (TANGO) - Ángel Barrios


 

 

SOBRE ANGEL BARRIOS (Granada 1882 - Madrid 1964)

 

El día 4 de enero de 1882 nació Ángel Barrios en el granadino barrio del Albaicín, en el seno de una familia indisolublemente ligada con la cultura de la Granada de fines del siglo XIX: don Antonio Barrios, —padre de Ángel Barrios—, además de ser un pintor y un guitarrista flamenco de consideración, fue regente del celebérrimo “Polinario”, singular taberna-cenáculo situada en la Calle Real de la Alhambra junto a la iglesia de Santa María, donde se daban cita los más insignes pintores, músicos y literatos de la época.


Taberna del Polinario


En este ambiente creció Ángel Barrios quien desde su edad más temprana manifestó una abnegada vocación musical, temprana vocación que siendo aún niño le hizo abrazar la música como “juego de infancia” y el violín como su primer instrumento. Formalmente, fue Ángel Barrios instruido en un principio por don Antonio Segura, si bien no sería este eminente profesor el único que intervino en la formación musical del futuro compositor granadino, ya que don Antonio Barrios influyó asimismo en su disciplina y de una manera notable, como más tarde se podrá observar evocada en la mayor parte de las obras compuestas por Ángel Barrios.

 

Tras el Levantamiento del pueblo de Madrid contra los franceses, ocurrido el 2 de mayo de 1808, se produjo en numerosos territorios un fenómeno espontáneo de resistencia a los franceses que se agrupó en las llamadas Juntas. Estas comprendieron que su unión y agrupación produciría una mayor eficacia.

 

Si el violín llamó la atención del Barrios niño, la guitarra llamó la del Barrios adolescente, quien, con tan solo dieciocho años y la compañía de dos amigos, el bandurrista Ricardo Devalque y el laudista Cándido Bezunartea, fundó en 1900 el celebérrimo Trío Iberia, conjunto instrumental con el que el joven Ángel Barrios dio a conocer con gran éxito sus primeras composiciones musicales.

 

En los primeros años del siglo XX, los jóvenes integrantes del Trío Iberia, con Ángel Barrios a la cabeza, abandonan su Granada natal y se establecen temporalmente en París. En aquella ciudad, Barrios continúa su formación con el compositor y pedagogo musical André Gédalge, donde además entra en contacto con Ravel, Dukas, Turina, Zuloaga, Granados, Fernández Arbós, Granados, Falla y muy especialmente con Albéniz, quien no únicamente ejerció de ejemplar anfitrión para los granadinos, sino que además confió a éstos el estreno de algunos números de su Iberia, como en numerosas ocasiones ha manifestado el compositor granadino.

 

Trío Iberia


Los primeros diez años del nuevo siglo, fueron para Barrios y sus compañeros, una etapa fundamental para el afianzamiento de la vocación musical del granadino que se vio reforzada por los notables éxitos que obtuvieron en los más insignes auditorios de la Europa de la época, ante la nobleza, la aristocracia y ante reyes.

 

En 1910, Barrios contrae matrimonio con Encarnación Pavía Ganivet, hecho que provoca el abandono de su vida errante como concertista, para, en cambio, asentarse y establecerse en Granada, su ciudad natal. En este mismo año, presenta su obra Guajiras al Premio de composición del Centro Artístico y Literario de Granada, obteniendo el primer galardón. Premio que motivó sobremanera a Barrios y que le impulsó a dedicarse, casi en exclusiva, a la composición durante un periodo significante de su vida.

 

De su amistad con el literato almeriense Francisco Villaespesa, surgió Aben-Humeya, obra de Barrios basada en la homónima tragedia morisca de aquél y puesta en escena en 1913, época en la que Barrios inició sus primeros contactos con el afamado “maestro de los maestros”: Conrado del Campo, quien sería responsable en un primer momento de continuar la formación musical del granadino y posteriormente coautor junto con Barrios de la ópera El Avapiés, y las zarzuelas La romería y El hombre más guapo del mundo.

 

Durante sus estancias en París, Barrios y Falla entablaron una especial relación que se vio fortalecida a partir de 1919 con ocasión del traslado del gaditano a Granada, donde la familia Barrios ejerció de anfitrión ejemplar para Falla, quien en muestra de su confianza apadrinó a la hija menor del compositor granadino, convirtiéndose así en “compadre” de Ángel Barrios. Esta especial relación de amistad fue decisiva para la composición de Homenaje a Debussy de Falla, quien se vio auxiliado en los aspectos técnicos de la guitarra por Barrios, solvente ejecutante de este instrumento y reputado concertista en aquella época.

 

En este mismo año de 1919, Barrios, siempre preocupado por ensalzar la música de plectro, auspició que el granadino Trío Albéniz, integrado por bandurria, guitarra y laúd, recibiera a Falla en su primera visita a Granada, ofreciéndole un concierto “histórico” que supuso el inicio de una cercana relación musical entre el conjunto granadino y don Manuel de Falla, relación que dio lugar a numerosas transcripciones de obras del genial compositor gaditano para ser ejecutadas por este trío de cuerda granadino.

 

En la década comprendida entre los años 20 y los 30, Barrios subordina su actividad de compositor al ejercicio de diversos cargos que le dibujaron como un promotor imprescindible para la cultura granadina: ejerció la dirección de la vocalía de la Sección de Música del Centro Artístico, Literario y Científico de Granada, y asimismo la dirección del Real Conservatorio de Música “Victoria Eugenia” de Granada; también fue nombrado académico de la Academia de Bellas Artes Nuestra Señora de las Angustias, y ostentó la Tenencia de Alcaldía de Cultura del Ayuntamiento de Granada, entre otras muchas ocupaciones.

 

A comienzos de 1930, Barrios decide “resucitar” el desaparecido Trío Iberia, si bien en esta ocasión como cuarteto, integrado en un primer momento por el insigne músico José Recuerda (bandurria), Agustín Aguilar (laúd), Francisco Ruiz (guitarra) y Ángel Barrios (guitarra); aunque su nómina se modificó hacia 1934, año en que Francisco Ruiz fue sustituido por el joven guitarrista José Recuerda (hijo). Los seis años de existencia del Cuarteto Iberia, fueron testimonio de la fidelidad de Barrios a los conjuntos instrumentales de pulso y púa que se vio ampliamente recompensada con los éxitos obtenidos por este Iberia, trayectoria que no exageramos al afirmar que es trascendental para la historia de la música española de plectro.

 

Corría 1932 cuando Barrios inició la composición de La Lola se va a los puertos con texto de Antonio y Manuel Machado, obra estrenada de un modo triunfal en 1951, año en que fue galardonada con el Premio Nacional de Obras Líricas.

 

Acabada la Guerra Civil, Ángel Barrios cambia su residencia y se establece en Madrid, ciudad donde permaneció hasta el final de su vida, si bien, Granada siempre fue una constante en su recuerdo claramente evocada en la mayor parte de sus obras. De las obras compuestas durante este primer periodo madrileño, merecen ser citadas las zarzuelas Juan Lucero y El nombre del rey.

 

En su madurez, Barrios llegó a componer obras para su inclusión en trabajos cinematográficos como fueron Tauromaquia y Un fantasma llamado amor así como un proyecto que no se llevó a cabo: la banda sonora para la adaptación cinematográfica de La Lola se va a los Puertos. Sus últimos días ya invidente, los dedicó al cultivo de la guitarra y a la composición de pequeñas formas para este instrumento como fue Pequeña Suit Infantil, obra inspirada en dos aves mascotas, Periquito y Cascajillo, que “acompañaban” al compositor granadino cada vez que éste hacía sus ensayos privados con su guitarra.

 

El 17 de noviembre de 1964, Ángel Barrios fallece en su domicilio madrileño mientras sonaban los ravelianos acordes de Daphnis et Cloé, haciendo prometer que le llevarán a Granada.

 

Ángel Barrios es por méritos propios el compositor español más vinculado e identificado con el plectro español, dado que una parte fundamental de su obra fue compuesta inicialmente para el Trío Iberia, como se sabe, formado por bandurria, guitarra y laúd, y porque el compositor granadino fue intérprete y director de sus creaciones en el seno de dos relevantes grupos de pulso y púa: el Trío Iberia y el Cuarteto Iberia, sin olvidar su destacado papel como protector del Trío Albéniz, sucesor de aquel otro Iberia, constituyendo sendos conjuntos instrumentales una parte esencial de los exponentes más destacados en la historia de la música española de plectro.

 

De su participación durante largos años en estos conjuntos instrumentales nos ha llegado hasta nuestros días un interesante acervo musical que cuenta con el máximo interés, referente fundamental para conocer parte de la estética de la época y su repercusión dentro del panorama español e internacional de principios del siglo XX.

 

 

Ismael Ramos

SOBRE EL CONCIERTO Y EL ESPECTACULO

 

El Trío Assai propone diferentes formatos y opciones en función del presupuesto y las necesidades, con posibilidad de personalizar el programa.

Trío Assai

 

• CONCIERTO: Angel Barrios 50 Aniversario.

 

• CONCIERTO DIDÁCTICO: Angel Barrios 50 Aniversario.
A lo largo del recital se alterna música, con comentarios sobre las obras, el autor, su relación con otros personajes ilustres de la época, etc.

 

• ESPECTÁCULO: Angel Barrios 50 Aniversario.
Espectáculo de música y danza con posibilidad de 1, 2 o 3 bailarinas.

 

• CONCIERTO-CONFERENCIA: Angel Barrios 50 Aniversario.
Conferencia realizada previamente al concierto sobre la vida y obra de Ángel Barrios.

 

Todas las opciones se pueden llevar a cabo con la proyección de imágenes de fondo, con una presentación en power-point, para lo cual sería necesario un proyector.